Antes de ser padres éramos -relativamente- puntuales. Antes de ser padres planeábamos salir a una hora y -normalmente- la cumplíamos. Ahora que somos padres (sobretodo desde que somos 4) la situación ha cambiado un poquito…
Planeamos la salida a una hora y… salimos entre 45 minutos y una hora después.
Para que os hagáis una idea, a continuación os dejo lo que puede ser una conversación normal para salir de casa sin niños (independientemente del rato en el que haya tardado en prepararse cada uno):
Adulto 1: - Nos vamos?
Adulto 2: - Venga, vámonos (coge bolso, chaquetas, etc).
Preparas las llaves, sales y cierras. Fin de la cita historia.
Salir de casa con dos niños no es exactamente igual; a continuación os dejo lo que puede ser una conversación normal en el momento de salir de casa; para que la información no quede ‘desvirtuada’, vamos a considerar que todos estamos duchados y vestidos:
HermanaMayor: Juega / ve la tele / mira un cuento / dibuja
HermanoMenor: Juega / ve la tele / mira un cuento / fastidia a su hermana / nos persigue por toda la casa.
Adulto 1: - Nos vamos?
Adulto 2: - Llevamos todo?
(Milagrosamente es casi la hora en la que nos habíamos planeado salir (unos 20 minutos más tarde de lo que deberíamos… bendito cojín de tiempo que nos va a permitir llegar a la hora).
Adulto 1: - Voy a mirar si hay pañales; ups, hay que reponer. Y agua, falta agua!
Adulto 2: - NIÑOOOSSS, poneos las chaquetas que nos vamos!!
HermanaMayor: - Un momeeeent!!!! Que estoy jugando / viendo la tele / mirando un cuento / dibujando.
HermanoMenor: <no va conmigo…>
Vale, ya hemos repuesto los pañales, cogido la botellita de agua y vamos cargados como si de una mudanza se tratara con todos los bártulos. Ahora sí, nos vamos.
Adulto 2: - ¿Pero aún no os habéis puesto las chaquetas?
HermanaMayor: - Es que yo quiero jugar / ver la tele / mirar un cuento / dibujar.
HermanoMenor Se entera que vamos a la calle y coge un cochecito. Empieza a gritar para que nos vayamos. Ahora de repente tiene prisa por irse...
Adulto 1 y 2, al unísono: - Va, las chaquetas.
Adulto 1 y 2, al unísono: - Va, las chaquetas.
Adulto 1: - ¿Dónde están las chaquetas?
Adulto 2: - Pues estarán guardadas. Voy a buscarlas.
Tensión, nervios.
Venga, cogemos las chaquetas, las ponemos… Ya estamos en el rellano. Esta vez sí, nos vamos.
HermanaMayor: - Tengo pipi!!
Adulto 1: - Va, corre.
El otro va bajando al párking con el HermanoMenor, que ya está desesperado por salir a la calle.
El adulto 2 (con el HermanoMenor) abre el coche, consigue que guarde el cochecito de juguete en el maletero y se dispone a colocarlo en su silla.
Adulto 2: - ¿Huele a…?
HermanoMenor (con una sonrisa radiante): - Caca!!
Llega Adulto 1 con la HermanaMayor. Ambos reciben las novedades… La HermanaMayor se pone a corretear por el párking. Los adultos comienzan el dispositivo ‘eliminación de arma biológica’ (en el asiento del conductor, no es que sea muy cómodo).
Con el pañal cambiado, instalamos a HermanoMenor en su silla. Ya está, atado. Uno menos. Tras insistir un millón algunas veces, conseguimos que la HermanaMayor también se siente y le abrochamos el cinturón.
Nos sentamos nosotros; encendemos el coche y miramos la hora. Una hora después de lo que habíamos planeado.
Ya vamos tarde.
Una hora no sé, pero que no llego nunca a la hora que quedo seguro jajaja
ResponderEliminarNo, si nosotros ya hacemos todo para tener el cojín... pero da igual, lo más probable es que lleguemos tarde :P
EliminarEs un clásico salir tarde con peques y creo que cuanto más peques son, más impuntuales es uno. Y cuando se produce el milagro de salir, te has dejado el agua, el pañal y has de volver atrás, eso también nos pasa, jejeje
ResponderEliminarSi es que no se acaba nunca... al final lo conseguimos, tarde pero lo conseguimos! :P
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