martes, 23 de septiembre de 2014

Crónica de un parto: Llega el hermanito, corre que no llegamos al hospital!

Sábado 13 de septiembre; a un día de que el nuevo integrante de la familia hiciera acto de presencia (según la previsión hecha por el ginecólogo).

Pasamos el día de una forma normal e hicimos cosas similares a las que hacemos habitualmente; ya por la tarde la mami no se encontraba demasiado bien, así que nos imaginábamos que el pequeñajo iba a ser puntual... Nada más lejos de la realidad!

Habíamos quedado con unos amigos para cenar en casa (nada complicado, unas pizzas); durante la cena, y mientras los pequeños jugaban y ponían todo el piso patas arriba, la cosa empezó a animarse y comenzaron las primeras contracciones. Al poco rato aumentaron en intensidad y frecuencia y fue cuando por propia iniciativa de nuestros invitados decidieron irse (la mami no quería que se fueran, aún quedaban los postres! jaja).

Justo cuando se iban y, aprovechando que la enana aún estaba despierta, llamamos a los abuelos para que la vinieran a buscar y se la llevaran... se veía claro que esto ya iba en serio.

Una vez se llevaron a la enana, acabamos de coger algunos bártulos y salimos pitando hacia el hospital, ya con contracciones cada dos minutos, o menos. Y hacía menos de 15 minutos que estábamos cenando tan 'tranquilamente'!

De camino, la mami ya tenía contracciones muy muy intensas y, para colmo, rompió aguas en el coche! Y ella preocupándose porque se había mojado el asiento jajaja.

Llegamos al párking del hospital y nos enviaron rápidamente hacia la planta de maternidad, ayudados por un vigilante de seguridad que nos dio prioridad en el ascensor y nos ayudó a llevar trastos... cuando llegamos, avisé de que todo iba muy rápido; nos llevaron a una sala de partos y dieron instrucciones a la mami para que se desvistiera y pusiera la bata...

Al salir del vestuario la mami empezó a decir que el bebé ya llegaba, pero que quería la epidural. Las enfermeras y/o comadrona se lo tomaron un poco a broma, ya no había tiempo de nada! Justo antes de estirarse en la camilla la mami avisó que el bebé ya estaba saliendo; las allí presentes le quitaron un poco de importancia... hasta que comprobaron que sí, ya estaba viniendo. A los 5 segundos el bebé ya estaba fuera!

La mami se estiró en la camilla, haciendo el piel a piel y el ambiente en la sala de partos se relajaó bastante... no había podido sacar ni la cámara de fotos :P

Comprueban que el bebé y la mami están en perfecto estado y comienzan las curas, que son pocas, afortunadamente.




Durante este proceso una enfermera dijo la frase que para mi resume todo el parto:

"¿Alguien ha mirado la hora?"

Decidimos por consenso poner que el principito de la casa vino el día 13 de septiembre a las 23.55... se adelantó 5 minutos a la fecha prevista :)

Antes de la 1 ya estábamos en la habitación instalados: la mamá y el bebé haciendo el piel a piel y yo deshaciendo bolsas, ordenando trastos y haciendo alguna que otra foto. Y pensar que hacía unas 2 horas estábamos en casa con unos amigos... si nos hubiéramos comido un helado, no habríamos llegado al hospital (qué horror!)


Ahora, empieza una nueva aventura!


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