jueves, 12 de enero de 2017

Luchando contra los tópicos... de forma desigual

“No lo cojas que se acostumbra”

“Cómetelo todo que te pondrás grande”

“Si duerme con vosotros no os lo podréis sacar de la cama”

“Dale el pecho (o el bibe) cada 3 horas”

Y no tengo dudas de que se os ocurrirán muchas más por el estilo: frases estereotipadas que cuestan horrores de quitar del pensamiento común de mucha gente pese a estar demostrado que no son correctas. 

Afortunadamente, cada vez somos más los que abogamos por pensamientos más racionales y realistas, pero aún es muy común que en ciertos ámbitos más de uno muerda la lengua por no generar un conflicto. No es difícil de imaginar una situación de este tipo: Comida familiar con los abuelos, tíos y padres en la que se habla de algunos de los típicos tópicos que he comentado al principio del post: Que si le consientes mucho, que si lo estás malacostumbrando, que si no come nada, bla bla bla…


miércoles, 4 de enero de 2017

Los juegos del hambre

El HermanoMenor aún no se comunica verbalmente con fluidez, pero sí lo hace de otras maneras; otra cosa es que nosotros a veces sepamos averiguar qué es lo que nos está intentando decir. Por otro lado, tiene algunos puntos débiles que le hacen un poco perder el control y muy probablemente los más importantes sean el sueño y el hambre. Y, a veces, ambos de forma simultánea.