miércoles, 27 de enero de 2016

5+1 cosas buenas (y otras no tanto) de ser padres

Ser padre te cambia la vida, está claro, y aquel que no lo sepa seguramente no esté preparado para serlo. Hay que ser muy ingenuo para pensar que vas a poder seguir llevando la misma vida que llevabas cuando no eras padre.

¿La cambia para bien? En algunas cosas sí y en otras no tanto. Ser padres da cosas buenas, pero también las quita.

¿Qué cosas buenas da? A continuación os dejo una lista con lo que -para mi- es lo mejor que da el ser padres:



  • El amor incondicional de tus hijos. Para mi esta es la principal razón; es algo que me sorprende cada día.
  • Los reencuentros: La alegría que irradia su cara cuando llegas a casa después del trabajo me derrite. 
  • Compartir descubrimientos: La oportunidad de ayudar a una personita a desarrollarse, a descubrir el mundo, las primeras veces de todo… Y también, por qué no, hacer actividades que nunca te habrías planteado.
  • Nuevas relaciones: Ser padre, te guste o no, hace que conozcas gente, ya sea en el cole, en el parque o en el sitio más insospechado. Puede que llegues a hacer muy buenos amigos.
  • Revivir experiencias: Volver a experimentar esas cosas que hacía años que no llevabas a cabo y volver a disfrutar con ellas como si fueras un niño.
  • Aprender: Al añadir un nuevo elemento a la ecuación de tu vida las cosas se ven desde otro punto de vista; esto permite aprender mucho!

Seguro que hay algunas más que ahora mismo se me escapan.

Por supuesto, como decimos en Catalunya, no todo van a ser ‘flors i violes’ (no todo va a ser maravilloso)... más bien al contrario. Muchas veces se tiene la sensación de que las cosas no tan buenas siempre están presentes o son las mayoritarias. Basándonos en nuestra experiencia personal, lo que nos ha quitado el ser padres lo podemos resumir en:


  • Tiempo: Vamos de culo. Todo el día. Cada día.
  • Momentos de pareja: Casi las 24 horas estamos ejerciendo de padres. Cuesta mucho encontrar momentos en los que volvamos a ser una pareja.
  • Sueño: Dormir una noche entera? Estás de coña, no?
  • Paciencia: Para que os sirva de referencia… la SuperMami pidió para Reyes un camión lleno de ella porque ya había agotado la que había acumulado durante toda su vida…
  • Momentos personales: Ducharte tranquilamente, espachurrarte en el sofá,hacer una maratón de series, tirarte horas y horas mirando internet sin que nadie te ‘interrumpa’, poder ir al gimnasio y no mirar el reloj, jugar en el ordenador (o con la consola). Todos estos momentos prácticamente han desaparecido.
  • Silencio: Si los niños están despiertos (y a veces cuando deberían estar durmiendo) el silencio brilla por su ausencia; y no sólo por los niños… a veces somos los padres que, yendo detrás de los pequeños, acabamos armando un escándalo considerable.

No están todas las que son pero sí son todas las que están. Ser padres es muy bonito pero es complicado. A pesar de las cosas no tan buenas y con el apoyo de las cosas buenas, con tesón y empeño seguiremos adelante. Seguro que en algunos años (años? En serio??) todo esto lo echaremos de menos… o no.


¿Echáis algo en falta en alguna de las dos listas que he hecho?

martes, 19 de enero de 2016

Colecho... ¿Bueno o malo?

 
¿Duerme con vosotros? No os lo vais a poder sacar de la cama nunca.
 
Esta frase no es extraña para aquellos padres que practicamos el colecho. En el post de hoy os voy a explicar un poco nuestra experiencia: con la HermanaMayor (ya más que pasada) y con el HermanoMenor (en pleno proceso).
 
Diferentes alternativas de colecho :P
 
 
Os puedo decir, basándome en nuestra propia experiencia, que la afirmación con la que empiezo el post no es cierta; practicamos el colecho con nuestra hija mayor (4 años) y ahora mismo, mientras escribo, duerme plácidamente en su habitación, en su cama, sola, y todo ello sin crisis ni traumas de por medio.
 
El otro día aparecía un artículo escrito (este) en el que explicaba por qué era mejor no hacer colecho y se armó un poco de revuelo en las redes sociales, al que me sumo yo con este post. Una de las razones que más llamaba la atención de ese artículo es que precisamente hay multitud de beneficios demostrados (tenéis ejemplos aquí) y hasta la UNICEF lo recomienda.
 
En casa siempre lo hemos practicado. Desde el primer día que somos padres. Y estamos vivos… cansados pero vivos. Al final, lo que importa realmente es que todos podamos descansar, y si para ello tenemos que dormir juntos, pues dormiremos juntos ¿Qué conseguimos dejando llorar a nuestro pequeño o forzándolo a que se tiene que quedar en su cama si no se siente seguro o necesita tener cerca a sus padres? Básicamente que él pasa un mal rato y que no descansa… ni nosotros.
 
¿Nos gusta practicar el colecho? No nos molesta, aunque es innegable que el hecho de que cada uno duerma en su cama es más cómodo. Cuando el HermanoMenor está con nosotros el que duerme a pierna suelta es él. Nosotros nos agarramos para no caernos de la cama apañamos a su alrededor (o debajo suyo). En cualquier caso tenemos claro que si quiere estar con nosotros es de lo más normal… ya irá durmiendo cada vez más en su cama, tal y como hizo la HermanaMayor en su día.
 
 
 
Así pues, aquellos que tengáis dudas en practicar el colecho no os preocupeis, que no pasa nada. Lo hemos vivido y sí que se pueden sacar de la cama!
 
P.D.: Ah, y no es para tanto lo que he comentado antes; si el pequeño no se despierta mientras está con nosotros no dormimos tan mal :P

miércoles, 13 de enero de 2016

#Soyquiendecide - Enseñando a ser


Me sumo, como mucha otra gente, a la campaña #soyquiendecide.




No hace mucho escribí un post hablando sobre el sexismo que impera en todos los ámbitos de nuestra sociedad (lo podéis leer aquí). A los pocos días, RealKiddys y Madresfera arrancaban esta fantástica iniciativa para denunciar situación similar aunque centrada en el mundo de los juguetes (y no porque yo hubiera hablado de ello… no soy tan importante xD).

En casa tenemos dos hijos: niña de 4 años y niño de uno. En ningún caso hemos pretendido fomentar las cosas de niños y de niñas (más bien al contrario!) aunque observamos con algo de pena que nuestra hija mayor ya está un poco contaminada por el mal de esta sociedad sexista. Nosotros seguimos ahí, insistiendo en que no hay cosas para unos u otros, que las muñecas no son solo de niñas y los coches solo de niños; cuando en algún momento nos dice que algo es de niños o de niñas siempre se lo cuestionamos e intentamos darle la vuelta (unas veces con más éxito que otras).
Con el pequeño la situación es algo diferente; está habituado a vivir rodeado de muñecas y juguetes de niñas y son únicamente otro elemento de juego más; le encanta tanto pasear el cochecito de su hermana (quien por cierto no le hace ni caso) como jugar con coches, da igual lo que se cruce por el camino.

A veces se pelean juegan juntos, a lo que sea; o el pequeño es alguien a quien peinar y/o disfrazar o la grande le quita juega con una comisaría de policía de su hermano… es en estos momentos cuando nos gusta lo que vemos. Normalmente dura poco, porque acaban a gritos o peleándose, pero esa parte no os la explico :P.

Es evidente que exista cierta predisposición personal ante ciertas temáticas, y eso hay que respetarlo… pero que sea siempre una elección libre. Los reyes han traído a la grande, entre otras cosas, una bicicleta. Con mucha terapia persuasión hemos conseguido que no sea ni rosa, ni azul, ni de Frozen ni de Cars… simplemente es roja. Y oye, que está más que encantada (vaaaale, la hemos tuneado con una cestita de la Minnie) así que lo consideramos un pequeño triunfo.

Mucha gente se toma a la ligera este tipo de situaciones, pero a la larga todo va influyendo en esas personitas y con el tiempo acaban fijándose como verdades absolutas y las cosas seguirán como siempre...  Si la sociedad enseña a las niñas que no pueden jugar con herramientas de construcción igual no se ven capaces de usarlas en un futuro, no creéis?

Dejemos que los niños y niñas jueguen a lo que quieran, todos saldremos ganando. La sociedad saldrá ganando.


martes, 5 de enero de 2016

Querido papá, me van a llamar puta

Ya estoy de vuelta tras el parón navideño (totalmente improvisado) y vuelvo con un tema polémico que se ha hecho muy popular en las redes sociales durante las últimas semanas.
 
 
 
 
Este vídeo se ha hecho viral; es posible que lo hayáis visto… y es bastante probable que al hacerlo os haya generado alguna reacción; o la que pretende u otra. En mi caso, como padre tanto de una niña como de un niño me ha tocado la fibra porque lo que sufre esta chica es una situación que me ha pasado alguna vez por la cabeza. Es inevitable pensarlo: Pasa demasiado.
 
Mucha gente dice al ver este vídeo dice que es exagerado y posiblemente lo sea, pero a veces necesitamos que las cosas se lleven al extremo para que nos pongamos alerta. Evidentemente, alguien que haga determinados comentarios o sea un bromista con las mujeres (por ser delicado en la definición del personaje) no va a ser siempre un maltratador o un violador. Por supuesto que no será así (más faltaría), pero es muy posible que aquel que lo acabe siendo haya visto y/o hecho multitud de veces esos comentarios. Es por eso que hay que educar a los hijos varones en el respeto hacia las mujeres y en un trato igualitario, sin que para ellos sea habitual ‘meterse con ellas’ porque a la larga puede tener consecuencias negativas.

 
 
 
Por otro lado también hay que educar a las niñas como lo que son: personas de igual condición que un niño y hemos de eliminar el estigma de que las mujeres son más débiles. Muchos padres y madres mantenemos una lucha feroz (y totalmente desproporcionada) por eliminar el sexismo en todos los ámbitos de la sociedad… si ésta enseña que las mujeres son más débiles que los hombres es lo que muchas niñas se van a creer. Y eso no es admisible ni tolerable.

¿Qué opináis del vídeo y del tema que trata? ¿Lo habíais visto por las redes sociales?