jueves, 25 de junio de 2015

BAF15 - Bloggers & Family: La crónica

Llego tarde, pero llego... Aquí os dejo por fin mi crónica de lo que para mi fue el estreno en un 'evento blogger' (y para toda la familia un finde fantástico!).

El fin de semana del 16 y 17 de mayo, en las instalaciones del CREC (espacio de coworking de Barcelona) se celebraba la tercera edición del que tengo la sensación ya se ha convertido en un clásico de los eventos para bloggers (o no) en el país, con gente venida de muchos lugares de España.

Mi crónica no va a ser detallista a nivel de todo lo que había por varias razones: Por un lado, hay otras bloggers (creo que no hay ninguno masculino :P) que han hecho unas crónicas extensísimas y detalladísimas y no me veo capaz de quedar a la altura (tampoco veo muy útil explicar más de lo mismo); por otro lado, por una cuestión de tiempo: había tantísimas cosas y participó tanta gente que tardaría mucho en escribir este post, y no quiero retrasarme más en su publicación.

Así pues, esta crónica va a estar enfocada principalmente en las actividades que tanto yo como el resto de mi familia hicimos.

Entrada

El sábado 16 llegamos al CREC a eso de las 12.00 del medio día... como es habitual en nosotros más tarde de lo que pensábamos (aún no nos hacemos con esto de ir con dos pequeñajos; casi nunca conseguimos cumplir los horarios que nos planificamos :P). Nos acreditamos (y nos dieron fantásticos regalitos) y entramos al recinto. En la parte izquierda de la gran sala, la zona infantil y de talleres, en la parte derecha, la zona pop-up con diferentes marcas presentando sus productos. El recinto se completaba con las dos salas en las que se hacían las charlas y talleres y una zona chill-out.

Foto Call

Una vez nos dimos una vuelta y nos aclimatamos, no había tiempo que perder en comenzar a hacer actividades. La primera actividad en la que participó la HermanaMayor fueron los cuentos que explicaba La maleta de lili. La pequeñaja necesita su tiempo de adaptación cuando va a sitios nuevos, así que el empezar escuchando cuentos fue una manera fantástica para conseguirlo. Creo que hay gente que tiene una especie de don para explicar cuentos, y Lili es una de ellas.


Lili explicando cuentos

Una vez acabaron los cuentos, y esperando a que empezara el taller exclusivo para bloggers de The Handy Books, nos fue muy bien el espacio habilitado con muebles de IKEA para dibujar un rato.


Dibujando

Al ir con dos niños (uno de ellos bastante pequeño), había cosas en las que nos teníamos que repartir, así que el taller lo realizaron la Súpermami y la HermanaMayor. Mientras, yo me quedaba con el pequeñajo echando un vistazo a los talleres que se iban haciendo y visitando los stands de las diferentes marcas presentes en la zona pop-up.


En la sala de arriba charlas, y en la de abajo, talleres...

El taller les encantó tanto a la madre como a la hija y salieron contentísimas con un pez globo y un libro para realizar más elementos del fondo marino. Para nosotros han sido un gran descubrimiento y ya tenemos en mente muchas cosas a hacer gracias a ellos.


Haciendo un pez globo con The Handy Books

Al finalizar el taller nos fuimos a buscar un sitio para comer por la zona. El Crec se encuentra en el barrio del Poble-Sec y muy cerca hay una zona de bares que hacen difícil escoger un sitio para comer de tantos que hay...

Por la tarde, según el planning, había previstos algunos talleres, pero por falta de inscritos, la mayoría de ellos fueron cancelados y sustituidos por otras actividades. Comenzamos la tarde asistiendo a una nueva charla (por parte de la mami): Rabietas infantiles, por Viviendo con peques. Quienes sigáis el blog veréis muy lógico que asistiéramos a una charla de este tipo :P. Fue muy instructiva y nos dio muchas ideas que desde entonces llevamos a cabo; pese a que la mayoría conocemos la teoría para gestionar estas situaciones, el día a día a veces nos desvía de ella y charlas de este tipo ayudan a resituarse, a la par de aprender nuevas cosas.

Zona de talleres

Mientras tanto, y aprovechando que el enano se estaba echando la siesta en su cochecito, la HermanaMayor y yo estuvimos viendo cuentos e hicimos un memo (juego de buscar las parejas) con la gente de Just for you kids (otro exitazo este juego!). 


Haciendo un memo único!

Con la charla de las rabietas ya concluida, me tocaba a mi asistir a una interesantísima charla: Blogs, leyes y viceversa, por María González, más conocida como Ablogada. Fue una charla divertidísima a la vez de muy interesante y participativa. Aún tengo pendiente ponerme a hacer los deberes con el blog de las cosas importantes que salieron de ella...


Zona de juegos infantiles


Mientras yo estaba en la charla, el resto de la familia seguía haciendo actividades, como dibujar en el stand de la Fundació Pere Tarrés o jugar en la zona infantil que la gente de Hero baby había montado para la diversión de los más pequeños.


El domingo comenzaba con la intención de ir al concierto de Inmaculada Balsells en el que se intenta hacer del propio concierto una experiencia cultural completa, con bailes, pinturas, etc e interacción con la familia. La realidad fue que llegamos prácticamente cuando estaba a punto de acabar: Una retención digna de un lunes cualquiera entrando a Barcelona (siendo domingo) y una dificultad para aparcar más elevada de lo previsto nos retrasaron bastante.


Zona pop-up

La mañana transcurrió de forma mucho más tranquila que el día anterior, disfrutando más en familia de las actividades que quedaban como por ejemplo plantar una lechuga con Granja d'aventura park, hacer un marco de fotos con Me & Mine, seguir disfrutando de la zona de juegos de Hero Baby o repetir la foto que nos hicieron por parte de Viuphoto (la repetimos porque el sábado la hicimos solo al pequeñajo y pensamos que era mejor hacerla en conjunto :P).


El pequeñajo disfrutando en su mundo...

Después de comer nos quedamos al improvisado cuentacuentos por parte de Carlos Escudero (Un papá como Vader), que para nosotros fue la última actividad que hicimos en el BAF.

¿Conclusiones? El año que viene volvemos, sin duda... Y no hace falta ser blogger para ir, que quede bien claro. Es un evento familiar en el que todos nos lo pasamos muy bien y que está abierto para todo aquel que quiera hacer algo diferente y conocer gente nueva.

Por mi parte, desvirtualicé a unos cuantos conocidos en el mundo 2.0, lo que para mi ya hizo que valiera la pena asistir.

Me gustaría agradecer a las marcas los detalles que tuvieron con los bloggers (a destacar Cola Cao, Boolino Books, The Handy Books, Viuphoto) así como a las demás marcas presentes, sobretodo Font Vella, Danone y Hero, por dejar barra libre de aguas, yogures y zumos para los pequeños (y no tanto).

Para finalizar, felicitar a la organización por lo bien montado que estuvo todo y por lo atentos que fueron durante el fin de semana (no haremos caso de esos pequeños descuadres horarios :P). Por mi parte solo encontré una cosa que igual sí que se puede mejorar, y lo planteo aquí humildemente: Encontramos el domingo algo flojo. Sí que es cierto que mucha gente era de fuera y a medio día la mayoría ya se marchaba, pero los que éramos de cerca echamos en falta algo más de movimiento, incluso por la mañana... sé que igual no tiene solución (y sería comprensible), pero ha sido una de las pocas pegas que les he podido encontrar. Otra cosa a tener en cuenta es que igual se les está empezando a quedar pequeño el Crec... (lo que creo que es una buena señal para los organizadores ;)).

Chicos y chicas, nos vemos en el próximo BAF.

P.D.: Disculpad si me dejo marcas y colaboradores por mencionar... pero se me hace difícil controlaros a todos!

miércoles, 17 de junio de 2015

La ronda nocturna

Desde que tengo los dos blogs (¿No sabes que tengo dos? Uno es en el que estás y el otro lo puedes consultar aquí) me voy a dormir tarde: El trabajo, las cuestiones diarias de casa y los dos mocosos que ocupan nuestras vidas no dejan mucho más tiempo que el rato de después de cenar para dedicar a escribir algunas líneas.

Tras cenar, acostar a los pequeñajos (unos antes que otros) y recoger los bártulos de la batalla campal (también llamada cena), llega el momento de la calma. Se agradece después de los intensos días en los que vivimos.

La mayoría de los días al poco rato de acabar las tareas la supermami también se va a dormir (madruga mucho!), así que nos quedamos a solas la gata (que está deseando que me siente en el sofá para echarse encima mío) y yo, portátil mediante.

Todo queda en silencio. A veces ese silencio se rompe por algún despertar incómodo del más pequeño de la casa. Yo voy haciendo, hasta que el cuerpo dice basta (y acabo encontrando frases ininteligibles escritas con los ojos cerrados) o hasta que la mente me obliga a dejarlo estar e ir a descansar (no te obsesiones, nunca vas a acabar lo que tienes pendiente, me digo a mi mismo).

Es en ese momento en el que llega lo que me gusta llamar 'La ronda nocturna'. Tras apagar los trastos me dirijo hacia la cocina apagando todas las luces que voy dejando atrás. Traguito de agua (fresca, siempre fresca) y, con la única iluminación de la linterna del móvil, subo las escaleras.

Primera parada: La habitación del enano. Si todo está en orden, me lo encontraré en su habitación; un día estará boca arriba, otro día boca abajo y otro día de lado: se mueve mucho (dicen que como su padre). Siempre, no obstante, con la carita de paz que un padre podría quedarse horas mirando... Acabo la primera parada arropando al pequeñajo si la temperatura lo requiere (no me lo he encontrado nunca tapado :P).

Segunda parada: La habitación de la #HermanaMayor. Otra 'marchosa' en la cama que me puedo encontrar en cualquier posición. No es raro verla en horizontal, con las piernas colgando (o la cabeza alguna vez) e incluso del revés; es sorprendente, hace poco más de dos horas que se ha ido a dormir y ya ha hecho unos cuantos largos... no me extraña que en alguna ocasión se haya caído de la cama. Para evitar riesgos, la devuelvo a su posición tradicional intentando que no se asuste y la arropo. shhhh...

Parada final: La súpermami, si no tiene la visita del pequeñajo porque estaba inquieto, me la encontraré normalmente en la misma posición que siempre; ella no se mueve tanto :P. Si hemos tenido visita en la cama y el visitante está durmiendo, me llevaré al pequeñajo a su cama; con lo que se mueve, todos descansamos mejor si cada uno está en su cama (aunque no nos importa que nos haga compañía).

Me estiro, apago la linterna del móvil.

Buenas noches, me voy a hacer la ronda nocturna ;)

viernes, 5 de junio de 2015

Problemas con los vecinos... ¿bichos raros? ¿gente intolerante?

Hace algunas semanas leí un post del gran Papá en prácticas y otro similar en Marujismo (curiosa similitud :P) en el que hablaban de una mala experiencia con unos vecinos algo intolerantes..

Esto me despertó unos recuerdos que en nuestra familia ya habíamos enterrado en lo más profundo de nuestras memorias y que en su día nos lo hizo pasar bastante mal. Os voy a contar por qué.

Cuando la supermami y un servidor nos planteamos el ir a vivir juntos, el mercado inmobiliario estaba bastante ajetreado (año 2004) y con nuestros limitados salarios nos compramos (a medias con el banco) un pisito pequeño y algo viejecito de 3 habitaciones en una comunidad no excesivamente pequeña.

Para nosotros dos (y nuestra querida gatita) teníamos más que suficiente... con el tiempo se incorporó la enana (ahora ascendida a HermanaMayor) y aunque andábamos algo justos de espacio estábamos a gusto.

Nació la pequeña y bueno, lloraba mucho (muchos meses después descubriríamos que estábamos lidiando con lo que se podría llamar una Bebé de Alta Demanda); nosotros, en nuestra paternidad recién estrenada, hacíamos lo que podíamos.

Un día, de madrugada, se nos presentó la vecina de abajo diciendo que la estábamos molestando con los lloros de la pequeña. Nosotros alucinamos, desde el primer día hacíamos lo que fuera para que no llorara, pero llegábamos hasta donde llegábamos. Y si se despertaba por la noche, tampoco podíamos hacer mucho.

Con el tiempo la situación fue empeorando y la estrategia de la mujer (madre de dos hijas) cambió y pasó a hacernos guerra psicológica o mobbing: tan pronto se ponía la televisión a un volumen increiblemente alto, como ponía música a altas horas de la noche, daba golpes en el suelo (su techo) de la habitación de la niña cuando lloraba o, incluso, organizaba fiestas entre semana.

Las primeras veces yo, que tengo un carácter más pausado y menos impulsivo que la SuperMami bajaba e intentaba hacerle entender que hacíamos lo que podíamos, pero que si seguía con esa actitud acabaría llamando a la policía. Sus respuestas siempre eran cosas como:

- No es mi problema, haz que se calle.
- La dejáis llorar.
- La despertáis y os ponéis tacones (OMG!).
- Métele un pañuelo en la boca para que se calle.

Evidentemente, cuando llegamos a esa situación ya no interactuábamos con ella, así que probamos a interactuar con el propietario (la vecina estaba de alquiler)  pero no se quiso meter. Finalmente, la única alternativa que nos quedaba era llamar a la policía.

Cumpliendo mi advertencia y con la SuperMami con ataques de ansiedad siempre que la pequeñaja se despertaba (y como podéis imaginar, era bastante a menudo), acabamos llamando a la policía varias veces durante alguna de sus juergas... En varias ocasiones estuvo a punto de ser multada por exceso de ruido.

Ella, viendo que no nos amedrentábamos también llegó a llamar a la policía en alguna ocasión. Evidentemente, esto no tuvo ninguna repercusión porque la policía fue de lo más comprensiva; bastante teníamos ya con lo que vivíamos en casa.

Toda esta situación, totalmente incómoda nos llevó a plantearnos el mudarnos. Finalmente no hizo falta porque se acabó mudando ella (desconocemos si por 'culpa' nuestra).

Al poco tiempo también nos acabamos mudando; la enana estaba a punto de convertirse en HermanaMayor, veíamos muy justo el piso en el que vivíamos y el colegio público que nos tocó (podéis leer aquí la historia) no nos pillaba muy cerca de donde vivíamos.

Ahora vivimos en una finca pequeña, y con un cuidado bestial de intentar molestar lo menos posible a los vecinos.

Para nosotros esos momentos que vivimos en el anterior piso eran durísimos; no podíamos entender que alguien que era madre no nos entendiera y nos soltara lindeces como "Ponle un pañuelo en la boca para que se calle"; cómo se podía ser tan incomprensivo con unos padres recién estrenados que lo único que pretendían era que no llorara su pequeña?

Habéis vivido vosotros situaciones de ese estilo? Espero que no!