“No lo cojas que se acostumbra”
“Cómetelo todo que te pondrás grande”
“Si duerme con vosotros no os lo podréis sacar de la cama”
“Dale el pecho (o el bibe) cada 3 horas”
Y no tengo dudas de que se os ocurrirán muchas más por el estilo: frases estereotipadas que cuestan horrores de quitar del pensamiento común de mucha gente pese a estar demostrado que no son correctas.
Afortunadamente, cada vez somos más los que abogamos por pensamientos más racionales y realistas, pero aún es muy común que en ciertos ámbitos más de uno muerda la lengua por no generar un conflicto. No es difícil de imaginar una situación de este tipo: Comida familiar con los abuelos, tíos y padres en la que se habla de algunos de los típicos tópicos que he comentado al principio del post: Que si le consientes mucho, que si lo estás malacostumbrando, que si no come nada, bla bla bla…