martes, 15 de marzo de 2016

Con ojos de padre

Hace algún tiempo hablaba de que cuando uno se convierte en padre (y con las madres me temo que es peor aún) los sentimientos se magnifican. Viene a ser lo que pasa en Gran Hermano pero ya para toda la vida.

No hace mucho tenía una conversación con un conocido que no tiene hijos (y que tiene intención de tenerlos). Habĺábamos de conciliación, de los horarios laborales versus los horarios familiares. Durante la charla choqué me topé con una visión totalmente diferente a la mía... hasta que al final me di cuenta, lo tuve claro: Yo lo veo con ojos de padre y la otra persona no. Alguien que no tiene hijos difícilmente pueda tener esa forma de ver las cosas; normalmente se es incapaz, por mucho que lo intente. No se concibe. Le faltan condimentos a la manera de pensar para que pudiera estar un poco alineado con lo que yo le explicaba.





Y no es nada malo. Es diferente.

Pasar a tener esta manera de ver las cosas llega sin darte cuenta, incluido en el paquete de padre; cuando no tienes hijos vives en armonía con tus prioridades y preocupaciones: La carrera laboral, la pareja, qué hacer en el tiempo libre (tiempo qué?), la economía familiar/personal… Cuando te conviertes en padre todo eso sigue existiendo, pero por encima hay una nueva capa ocupada por los pequeños miembros de la familia y que modifican bastante las prioridades (aunque siempre hay excepciones): La carrera laboral es importante, sí, pero también quieres ver y disfrutar de tu hijo. La pareja es importante (muy importante), pero en casa todo gira alrededor del pequeño. El poco tiempo libre que tienes lo dedicas a hacer cosas en familia: espectáculos en familia, excursiones, cumpleaños del colegio... La prioridad económica también se ve alterada: al impacto económico que tienen los hijos hay que incluir el hecho que no todo es ganar más y más dinero, y mucho menos cuando ello implica no poder estar y disfrutar de tu hijo…

Tener un hijo es un factor en la ecuación de la vida que no se puede simular y es inútil intentar hacer ver a alguien que no los tiene lo que le va a implicar emocionalmente un pequeñajo en la toma de sus decisiones. Con el tiempo, si acaba teniendo hijos, muy posiblemente vea las cosas 'con ojos de padre’.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Yo creo que hay que ser madre o padre para tener esa visión de la realidad. Yo cuando no era madre veía las cosas de una forma totalmente diferente a como las veo ahora. Y además cambian tus preocupaciones, prioridades y necesidades. Un saludo.

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    1. Y no intentes hacérselo entender a alguien que no tenga hijos, que no lo conseguirás... Gracias por comentar :D

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  2. Como decia mi padre... cuando seas padre, comeras huevos!!

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