jueves, 23 de febrero de 2017

Copiando comportamientos

Hace algunas semanas (meses, creo) que os hablaba de predicar con el ejemplo porque al final los padres somos la referencia para nuestros hijos… Hoy os voy a hablar de algo que vengo observando hace algún tiempo y que va bastante relacionado con esto: Copiar comportamientos.

A veces es como verse reflejado...

No falla, cuando la HermanaMayor le suelta la bronca a su hermano suena irremediablemente familiar a cuando ella las recibe. Lo mismo pasa cuando intenta negociar con él y lo hace de la misma forma que nosotros aplicamos con ella (Si a nosotros no nos funciona siempre a ella menos porque es un cabezón muy pequeño).

Por su parte, el pequeñajo tiene como principal referente a su hermana para lo bueno y para lo malo. No sé por qué, pero tenemos la sensación de que las cosas no-tan-buenas son aquellas que más impacto tienen en él. Será porque son más atractivas, porque llaman más la atención o es todo una cuestión de poca objetividad por nuestra parte? Es igual, sea lo que sea, repite ab-so-lu-ta-men-te todo lo que hace su hermana.

Está claro que es algo inevitable y que hay que pasarlo, pero qué chungo es en determinadas situaciones… Esos momentos en la cena cuando el HermanoMenor está devorando comiendo tan tranquilamente y de repente su hermana dice: ‘No me gusta la lechuga’ (que sí que le gusta, es una manipulación que nos intenta hacer a menudo). Si el pequeñajo se entera, no es raro que él diga exactamente lo mismo, y ya la tenemos liada… Como es un cabezón muy persistente, no hay manera de hacerlo cambiar de opinión y lo más probable es que no se coma la lechuga (muchas veces incluso aunque su hermana se la acabe comiendo!).

En determinadas situaciones nos da igual que el HermanoMenor haga exactamente lo mismo que su hermana, como por ejemplo cuando la grande nos está explicando qué ha hecho en el colegio o en la piscina y él, como no iba a ser menos, también lo hace… a su manera y con sus simpáticos recursos parlantes.

Como en todo, hay momentos muy divertidos en esto de ver reflejados los comportamientos de uno en uno de esos pequeños individuos pero hay otros (como esos que pasan durante la cena o cuando hay prisa) que hacen que tengas que lidiar solventar dos problemas en lugar de uno…

En fin, cosas buenas y otras no tanto de que sean dos (no quiero ni pensar si fueran más!).


4 comentarios:

  1. Pues no pienses si fueran más, que con 3 ni te cuento, miedo me da cuando la peque crezca jajaja, está claroq ue se nos olvida lo malo y lo bueno lo supera con creces, si no, no se tendrían más hijos jijij

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    1. debe ser como una escalera... cada uno copia al de arriba :P

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  2. Juas ya me imagino esos momentos, yo recuerdo copiar o intentar hacer muchas cosas de mi hermano, incluso gustos.

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    1. Está claro que todo condiciona a los más peques... hasta los gustos!

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